La ropa de mesa, la caricia del invierno

La ropa de mesa, la caricia del invierno.

Sin lugar a dudas,

la ropa de mesa

terclis

terciopelo

se convierte en invierno en elemento indispensable para el comedor o sala de estar en la casa. La ropa de mesa
Es la caricia del invierno ¿Porqué? Por que reune en torno a una mesa a toda la familia, bien para comer, para el postre, la tertulia o para ver televisión.
La ropa de mesa es un elemento cohesionador por el hecho de que une a la familia, a la vez que sentir el tacto de la tela supone un frenesí de sensaciones.
Tejidos como el terciopelo conocidos por el gran público como las chenillas que cada día han ido mejorando en calidad, podemos encontrar una variedad de estas en el mercado.
Sanperotex, para atender la demanda de nuestros clientes, las tiendas, dispone de un refuerzo adicional en existencias en la época de invierno, aunque el cliente puede comprarla en cualquier época del año.
Las chenillas utilizadas en mesas camilla, también se usan para confeccionar cojines, para fundas multiusos, incluso las más suaves para cortinas, con ello se consigue un aislamiento perfecto de la casa. Eso, si también tapan la luz del exterior. Otra cosa es que se pongan como tiras laterales con un visillo o panel japonés al fondo cubriendo la ventana.
La

ropa de mesa

es la caricia del invierno.

ropa de mesa

Tela de chenilla que distribuimos a tiendas.

 

Incluso en hogares con calefacción central o de gas, los moradores no renuncian a la ropa de mesa, porque es una placidez el sentirse cubierto y protegido el momento de las comidas, e incluso del ocio de los fines de semana.
Es una costumbre que viene de lejos y que aun persiste. El arroparse con estas telas no es algo baladí, pues suponen sobrellevar de otra forma el invierno.
Antes del terciopelo para las mesas camillas, existía el paño: telas de paño grueso que al calor de un brasero transmitían lo dicho: calor.
El inconveniente era que pesaban, hasta que llego el terciopelo que era más agradable al tacto, pesaba menos, no desaparecieron las ropas de paño. Posteriormente llegó la chenilla y con ello superó al terciopelo, porque la chenilla tiene un tacto similar a la pena.
A pesar de ello, coexiste el terciopelo y la chenilla.
Nosotros la distribuimos en pieza por metros. Es el comercio quien se encarga de pedir los metros necesarios para la ropa de mesa y confeccionarla a su cliente.